Con ese fin escribe una carta que envía a la revista "The Athenaeum", la más prestigiosa publicación científica y artística del momento. Acuñó un término, para englobar esta acción; un neologismo creado por él mismo a partir de las palabras anglosajonas Folk (“pueblo”) y Lore (“sabiduría”, saber, CIENCIA,) pero es evidente que se trataba de algo más profundo porque las “supervivencias” culturales podrían ser incluidas en la esfera del nuevo concepto de folklore. La carta con la palabra FOLKLORE fue publicada el 22 de agosto de 1846, Muchos fueron los términos que intentaron reemplazarla, sin embargo, ninguno prosperó. Años más tarde, en Londres, en 1878, se afirma totalmente con la fundación de la Folklore Society. Sus primeros miembros, los científicos: Andrew Lang, Edwin Sidney Hartland, Alfred Nutt, William Alexander Clouston, Edward Clodd y George Laurence Gomme, definen al Folklore como ciencia para estudiar la cultura vernácula, incluyendo la música tradicional , las canciones, la danza , el teatro, la narrativa, el arte y las artesanías, costumbres y creencias.
El
22 de agosto de 1960, se realizó en Buenos Aires, el Primer Congreso
Internacional de Folklore. Presidido por el prestigioso folklorólogo salteño
Augusto Raúl Cortazar, se reunieron representantes de 30 países y fijaron esa fecha
como el Día del Folklore.
Ese
mismo año, la UNESCO instituyó al 22 de agosto como el Día Mundial del
Folklore.
En esta misma fecha se celebra también el “DÍA DEL FOLKLORE ARGENTINO” en homenaje al natalicio del investigador entrerriano Juan Bautista Ambrosetti considerado “el padre de la ciencia folklórica argentina” porque fue el primero en realizar estudios sistemáticos con criterio científico del folklore nacional, y pionero en utilizar el término «Folklore» en sentido estricto de su definición.