(producción del año 2008, a la cual no hemos tenido acceso, ni oportunidad de tener en nuestro programa ni en las emisoras donde se emite La Posta de Adriana, por lo que no conocíamos ni la calidad, ni la técnica, ni todos los temas; es patético que las compañías grabadoras internacionales priven a miles de oyentes de todo el país de poder disfrutar de nuevas interpretaciones de una artista tan querida)
El espectáculo contó con invitados: Marcela Morello y Axel (el jueves) y el Chaqueño Palavecino (el viernes) que cantaron un tema o dos de su repertorio, sin aportar un especial condimento. La puesta en escena sobria, con escenografía y efectos un poco ingenuos y parcos. La propuesta (secuenciar un día, con sus respectivas horas y canciones) o perdió su hilo o no tuvo la fuerza necesaria para unirla; al mismo tiempo algunos efectos sobraron como el olor a churrascos o a asado, de verdad innecesario. El público respondió con gritos, aplausos y saltos en algunos temas y en otros con moderación; bien el vestuario, muy aplaudida Natalia (como siempre) , el acting del ex novio ya es demasiado reitarativo (en esta oportunidad agregaron a un actor)
Soledad ha marcado en sus 15 años de carrera un punto de inflexión en la forma de acercar al público al cancionero folklórico, ha convocado a niños y a jóvenes cuando ningún intérprete lo hacía, aprendió, creció y es una artista que convoca y que vende.
Este espectáculo con veintipico de temas no tiene la fuerza y ni la vitalidad a la que nos tiene acostumbrados; La Sole dice ¿Y? cuando el público no canta o no la sigue. ¿Y? es lo que le pregunto a sus productores, escenógrafos y director de escena. Considero que Soledad no ha llegado a su punto más elevado, pero "cuidarla" un poquito sería la consigna.