30/6/10

TANGO, PASION DE CELULOIDE

La Subsecretaría de Cultura, a través de la Dirección General de Museos, presenta el ciclo TANGO, PASION DE CELULOIDE, organizado por el Museo del Cine Pablo C. Ducrós Hicken y el Museo Casa Carlos Gardel, que se desarrollará durante todo el año en la sede del Museo Gardel, Jean Jaurés 735, con entrada libre y gratuita. El lunes 5 de julio a las 19 hs. se proyectará “BAR EL CHINO”. Las películas se exhibirán con subtítulos en inglés, para que pueda disfrutarla también el turismo internacional que visita el Museo Gardel.
Las 9 proyecciones, de abril a diciembre, tendrán lugar en el Patio de Arrabal del Museo Casa Carlos Gardel. El inmueble fue adquirido por Carlos Gardel para su madre, Berta Gardés, en 1927, a través de un crédito del Banco Nación. Allí vivieron juntos hasta 1933, último año de la estancia del cantante en Buenos Aires antes de viajar a Francia.
El ciclo presenta las producciones más destacadas en relación al tango de los últimos años que rescatan, ya sea a viejas glorias de la música ciudadana, a lugares históricos, a la atmósfera que rodea al tango, como terreno del documental o la ficción, o a sus personajes más emblemáticos. Curaduría del crítico e investigador del Museo del Cine Pablo De Vita.

BAR EL CHINO
Dirigida por Daniel Burak (Argentina, 2003, dur. 100min).
Con: Boy Olmi, Jimena de la Torre, José Sacristán, Lucas Santa Ana, Juan Pablo Baillinou, Pasta Dioguardi.
El bar "El Chino" es un lugar de paredes descascaradas donde se conserva la esencia del tango. Mientras vivió, 'El Chino' convocó a diversos públicos, que encontraban en el lugar y en sus artistas el valor de lo auténtico. Jorge (Boy Olmi), cineasta, durante meses filmó imágenes con la idea de capturar desde un documental la esencia de lo que allí se transmitía. Se hizo amigo del dueño y de su gente. Cuando 'El Chino' murió, entristecido, interrumpió el rodaje. Mientras esa noche festeja su cumpleaños, Jorge ve a Martina (Jimena La Torre) y decide comenzar de nuevo.
“El film con el que Daniel Burak intenta rescatar esa atmósfera y ese sentimiento ofrece un documento emocionado sobre el casi legendario reducto y sus personajes emblemáticos y, al mismo tiempo, una trama de ficción en la que se mezclan la historia de un amor fugaz y la laboriosa y compleja empresa que supuso la realización de la película en tiempos de crisis e inestabilidad económica.” (Fernando López, Diario La Nación). Cóndor de Plata a la Mejor Opera Prima-Premio del Público, Festival de Trieste-Selección Festival de San Sebastián